La incontinencia urinaria —pérdida del control de la vejiga— es un problema frecuente y que a menudo causa vergüenza. La intensidad abarca desde perder orina ocasionalmente cuando toses o estornudas hasta tener una necesidad de orinar tan repentina y fuerte que no llegas al baño a tiempo.
Si bien ocurre con mayor frecuencia a medida que las personas envejecen, la incontinencia urinaria no es una consecuencia inevitable del envejecimiento. Si la incontinencia urinaria afecta tus actividades diarias, no dudes en consultar al médico. En la mayoría de las personas, algunos cambios sencillos en el estilo de vida o un tratamiento médico pueden aliviar la molestia o detener la incontinencia urinaria.
Síntomas
Muchas personas tienen pérdidas de orina menores y ocasionales. Otras, pueden tener pérdidas de leves a moderadas con mayor frecuencia.
Los tipos de incontinencia urinaria comprenden:
Incontinencia de esfuerzo. La orina se escapa cuando ejerces presión sobre la vejiga al toser, estornudar, reír, hacer ejercicio o levantar algo pesado.
Incontinencia imperiosa. Tienes una necesidad repentina e intensa de orinar, seguida de una pérdida involuntaria de orina. Es posible que tengas que orinar con frecuencia, incluso durante toda la noche. La incontinencia imperiosa puede deberse a una afección menor, como una infección, o a una enfermedad más grave, como un trastorno neurológico o diabetes.
Incontinencia por rebosamiento. Tienes goteo de orina frecuente o constante debido a que la vejiga no se vacía por completo.
Incontinencia funcional. Un deterioro físico o mental te impide llegar al baño a tiempo. Por ejemplo, si tienes artritis grave, es posible que no puedas desabotonarte el pantalón lo suficientemente rápido.
Incontinencia mixta. Tienes más de un tipo de incontinencia urinaria.
Cuándo consultar al médico
Es posible que te resulte incómodo hablar sobre la incontinencia con el médico. Pero si la incontinencia es frecuente o está afectando tu calidad de vida, es importante buscar asesoramiento médico, pues la incontinencia podría:
Indicar una afección de fondo más grave
Restringir tus actividades y limitar tus interacciones sociales
Aumentar el riesgo de caídas en los adultos mayores cuando van de prisa al baño